No, no es una campaña política. Ocurre que luego de probar 17 configuraciones (con sus 17 estudios completos de estructura, aerodinámica, costos, accesibilidad de materiales, etc.), al fin congelé el diseño final. El mismo no se parece en nada, absolutamente en nada, a lo que venía anticipando. En todos los anteriores, siempre había algo que no cerraba. O era la seguridad o era el costo o la accesibilidad de materiales, en fin... interminable.
Lo único que voy a adelantar es que, el motor, está puesto como propulsor (pusher).
El diseño es extremadamente simple, muy, pero muy barato (y se lo puede hacer tan caro como le dé su bolsillo); acepta diferentes materiales (en mi caso, usaré lo que encuentre en Goya). Muy liviano, es posible (si los números no me han traicionado), que no llegue a pesar más de 70 kg. y que la estructura completa (sin motor ni instrumentos) no cueste más de AR$ 1.000 (U$D 300.-).
Y lo más interesante es que un aporte casual de alguien que aparentemente no entiende mucho (mi hijo Santiago, de apenas 11 años y que me estaba cebando unos mates), fué el causante de toda una revolución que terminó en esto.
El comenzar de nuevo, buscando lo experimentado por otros, releyendo bibliografía, internet, videos, conectando unas ideas con otras, analizando la seguridad, etc., me tomó un buen tiempo; pero creo que, si funciona, estaré volando en muy poco tiempo. Reitero, si funciona.
Luego de los parciales y prácticas de estos días, publicaré algunos gráficos y análisis e inmediatamente comenzaré a construir.
martes, 28 de octubre de 2008
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